sábado, 10 de abril de 2010

LA SERPIENTE ARCOIRIS


La Serpiente Arcoiris

Uno de los mitos de la creación más extendidos y conocidos entre los aborígenes australianos es el de la Madre Serpiente, también llamada Serpiente Arco Iris. Esta divinidad ancestral es la personificación de la fertilidad, la diosa de la lluvia que tiene poderes para dar vida.

Al principio la Tierra era un espacio vacío y llano, en cuyo interior descansaba la Gran Madre Serpiente que permaneció en un profundo sueño durante muchísimo tiempo. Repentinamente se despertó y atravesó por el interior de la Tierra hasta llegar a la desierta superficie. Comenzó a recorrer la Tierra y, a medida que avanzaba, tal era su poder, que provocó una gran lluvia, que formó lagos, ríos y pozos de agua. Cada sitio que visitó lo nutrió con la leche rebosante de sus pechos, haciéndolos fértiles y frondosos de vegetación que creció en la Tierra. Grandes árboles con frutos de muchos colores y formas brotaron de la tierra. La diosa introdujo su nariz en el suelo, levantando cadenas montañosas y abriendo profundos valles, mientras que otras partes las dejó lisas y desiertas. La Madre Serpiente regresó entonces a la Tierra y despertó a los animales, reptiles, pájaros y por último a los peces que poblaron por primera vez la Tierra.

Por último, según cuenta la leyenda, la diosa extrajo de las entrañas de la propia Tierra a la última de las criaturas, el ser humano. De la Madre Serpiente los seres humanos aprendieron a vivir en paz y armonía con todas las criaturas de la creación, ya que eran sus primos espirituales. Además, la diosa enseñó al hombre la vida tribal, a compartir y tomar de la Tierra solamente aquellos bienes que sólo necesitasen, respetando y honrando a la Naturaleza.

Según esta leyenda, gracias a la Diosa Serpiente, hombres y mujeres aprendieron a convivir como hermanos con la naturaleza y también aprendieron que cada elemento había sido colocado por la diosa en equilibrio. El ser humano entendió que su papel era el de guardián y protector de ese equilibrio y que debía transmitir este conocimiento de generación en generación. Antes de desaparecer, la Madre Serpiente advirtió que si el hombre abusaba y mataba por placer o por gula, encontraría al culpable y le castigaría. En algunas variantes de este mito, la Madre Serpiente, llamada Madre Eingana vivía, y aún vive, en el Tiempo del Sueño, de donde regresa en algunas ocasiones para crear más vida.

No hay comentarios: